Así puede afectar la navidad a tu descanso

Aunque la Navidad suele ser uno de los momentos más esperados y especiales del año, también puede tener un lado menos positivo para algunas personas. Los compromisos sociales y laborales, los viajes, la compra de regalos, los preparativos de las comidas, los gastos, o los reencuentros con ciertas personas, pueden ser factores que causen estrés y preocupación. De hecho, así lo manifestaban el 89% de los participantes en una encuesta que llevó a cabo la Asociación de Psicología Americana hace unos años.

Algo que, sumado al cambio de hábitos que se suele dar en esta época, puede afectar de diferentes formas incluyendo el poder dormir y descansar correctamente. Un problema que es posible atajar, adoptando ciertas medidas preventivas.

¿Por qué en Navidad podemos dormir peor?

Además del ya mencionado estrés, del que se sabe que tiene una gran incidencia en el descanso pudiendo ocasionar lo que se conoce como insomnio por estrés y otros trastornos del sueño, los expertos alertan que algunas de las tradiciones y rutinas que se llevan a cabo en Navidad también pueden impedir que durmamos correctamente. Entre estas destacan las comidas copiosas, el mayor consumo de alcohol, los cambios de horario o los viajes.

En cuanto a los cambios de horario, a las situaciones que se podrían dar en cualquier otra época de vacaciones como despertarse o acostarse más tarde, se suma que en Navidad es habitual tener un mayor número de compromisos sociales, como cenas de empresa o comidas con familiares o amigos. Algo que en ocasiones puede tener consecuencias, ya que alargar las sobremesas puede alterar nuestro patrón de sueño debido a lo que se conoce como jet lag social. Un fenómeno que puede derivar en una mayor dificultad para dormir, aturdimiento matutino, mayor somnolencia diurna, problemas de concentración o empeoramiento del rendimiento. [Enlace a post Jet lag social: qué es y cómo combatirlo

Por otro lado, los viajes típicos de este periodo también pueden tener consecuencias, bien sea porque nos desplacemos a un país lejano en avión, lo que podría ocasionar jet lag, o porque hagamos un trayecto más corto hasta el lugar en el que solemos celebrar las fiestas. Y es que tanto la preparación como el propio desplazamiento pueden provocar agotamiento físico y mental, que podría dificultar dormir bien. Además, muchos expertos hablan del efecto de primera noche, un fenómeno en el que el cerebro mantiene un estado de mayor alerta durante la primera noche en un lugar desconocido, lo que provoca que el sueño sea más ligero y fragmentado.

Por último, las comidas copiosas y el abuso de alcohol propio de las fechas son otros factores clave que podrían alterar el sueño. Los menús pesados y con abundante comida, especialmente durante la noche, podrían impedir conciliar el sueño al dificultar la digestión. Además, también es habitual que surjan otros problemas digestivos como el ardor o la acidez de estómago, dificultando aún más el descanso.

Consejos para evitar los problemas de sueño durante la Navidad

Disfrutar al máximo de las Navidades sin renunciar a un buen descanso no tiene por qué ser complicado siempre y cuando tengamos en cuenta los factores que pueden incidir en el sueño y tomemos medidas de precaución como:

• Priorizar la salud emocional, ya queno a todo el mundo le gusta la Navidad. Muchas personas se sienten solas, otras se ven obligadas a convivir con ciertas personas con las que no tienen buena relación, otras están más estresadas debido a la carga física y mental que pueden generar estas fiestas. De ahí que sea muy importante tratar de gestionar todas esas emociones, comunicar las necesidades personales y pedir ayuda si fuese necesario.
• Planificar los desplazamientos evitando, en la medida de los posible, que estos supongan un motivo más de estrés. Para ello, elegir bien el método de transporte, la fecha de salida y llegada, el mejor horario para el viaje y la ruta más adecuada, puede resultar de ayuda.
• Evitar las comidas pesadas y moderar el consumo de alcohol, prescindiendo especialmente de las grandes comilonas, integrando alimentos saludables en la dieta y cenando, al menos, dos horas antes de acostarse.
• Mantener una rutina saludable que incluya mantener horarios regulares a la hora de levantarse e irse a la cama y la práctica de ejercicio.
• Priorizar el sueño al igual que durante el resto del año. Será importante mantener una correcta higiene del sueño prescindiendo de aquellas actividades o hábitos que puedan interferir en el descanso. Así podremos disfrutar de los beneficios de dormir bien y pasar las Navidades de una manera más saludable.

Pero si a pesar de seguir estos consejos, la Navidad acaba pasando factura a tu descanso, los complementos alimenticios que contienen melatonina pueden ser resultar útiles durante los días de desajuste y hasta que se recupere el ritmo normal de sueño. Bien sea en comprimidos o en formato gotas, estos ayudan a disminuir el tiempo necesario para conciliar el sueño favoreciendo un despertar sin somnolencia. También existen complementos alimenticios de liberación controlada que además de incorporar melatonina favorecen un sueño reparador y un buen despertar gracias a componentes como la valeriana, la pasiflora, el triptófano y la melisa.

Y si tras las fiestas los problemas de sueño se agravan por la presión de la cuesta de enero, o los propósitos del nuevo año, y padeces insomnio ocasional, existen medicamentos avalados por las autoridades sanitarias como los compuestos por doxilamina que son efectivos en la reducción del tiempo de inicio del sueño, así como en incrementar la profundidad y duración del mismo. Se dispensan en las farmacias y es el profesional sanitario quien mejor te podrá aconsejar sobre su uso ya que éste, no debe prolongarse más de siete días sin contar con prescripción médica.