Dismenorrea, ¿qué es y cuáles son las soluciones?

La menstruación dolorosa o dismenorrea es la condición ginecológica más frecuente que afecta aproximadamente a un 45-90% de las mujeres en edad reproductiva. A pesar de su alta prevalencia, todavía no existe un entendimiento completo sobre su fisiopatología y su relación con otros tipos de síndromes dolorosos que se producen en torno a los días de sangrado.
En muchas mujeres en período de menstruación, la dismenorrea tiene un impacto significativo en su calidad de vida durante varios días cada mes. Es causa de ausencia a actividades escolares o laborales en un 33 a 50% de las mujeres que lo padecen.
Dada la alta prevalencia de la dismenorrea entre la población femenina, resulta interesante conocer qué es, qué tipos de dismenorrea existen y cuáles son los síntomas más habituales, así como los recursos útiles para combatirlos.
¿Qué es la dismenorrea?
El término dismenorrea, etimológicamente hablando, procede del griego (dys: difícil, mens: mes y rhoia: flujo), cuyo sentido literal es “flujo menstrual difícil”, aunque en la terminología clínica se refiere a periodos menstruales dolorosos. Es el dolor pélvico de origen ginecológico que se presenta durante el periodo menstrual, siendo también descrito como calambres, cólicos menstruales o menstruación dolorosa. El dolor, de características muy variadas, puede preceder o acompañar al flujo menstrual. Además, puede ser en ocasiones tan incapacitante que afecte negativamente a la actividad cotidiana de la mujer, condicionándole en el ámbito social, profesional y personal.
Estudios clínicos y experimentales han identificado que la producción de prostaglandinas uterinas es la razón fisiológica para la génesis de la dismenorrea. Durante la descamación del endometrio, las células endometriales liberan prostaglandinas en el momento en que se da inicio la menstruación. Las pacientes con dismenorrea severa tienen niveles más altos de prostaglandinas en el líquido menstrual, los cuales son más altos durante los dos primeros días de la menstruación. El dolor de la dismenorrea se debe así a la liberación excesiva de prostaglandinas, que provoca una hipercontractilidad del miometrio (capa muscular del útero situada entre el perimetrio, por fuera, y el endometrio, por dentro) y una isquemia endometrial por vasoconstricción arteriolar, induciendo a la vez una hipersensibilidad de las fibras nerviosas.
Tipos de dismenorrea
Existen dos tipos de dismenorrea, primaria y secundaria. A continuación, se detallan las diferencias entre ambas:
La dismenorrea primaria es aquella en la que no se encuentra ninguna anomalía o enfermedad pélvica y no se vincula a ninguna patología orgánica específica. Se denomina también dismenorrea esencial o funcional. Característicamente, aparece cuando se instauran los ciclos ovulatorios, lo que suele ocurrir entre 6 y 12 meses después de la menarquia (día en el cual se produce el primer episodio de sangrado del útero, de origen menstrual, o primera hemorragia menstrual de la mujer). Suele estar también presente si el sangrado es abundante y con coágulos, aunque no haya ovulación. El dolor puede ser ocasional en alguno de los ciclos, o constante en cada ciclo.
Este tipo de dismenorrea es la más frecuente y aparece por la propia contracción de la matriz, no se puede evitar ni prevenir, es común entre los 14 y los 25 años y mejora con el paso del tiempo.

Dada la alta prevalencia de la dismenorrea entre la población femenina, resulta interesante conocer qué es, qué tipos de dismenorrea existen y cuáles son los síntomas más habituales, así como los recursos útiles para combatirlos.
¿Qué es la dismenorrea?
El término dismenorrea, etimológicamente hablando, procede del griego (dys: difícil, mens: mes y rhoia: flujo), cuyo sentido literal es “flujo menstrual difícil”, aunque en la terminología clínica se refiere a periodos menstruales dolorosos. Es el dolor pélvico de origen ginecológico que se presenta durante el periodo menstrual, siendo también descrito como calambres, cólicos menstruales o menstruación dolorosa. El dolor, de características muy variadas, puede preceder o acompañar al flujo menstrual. Además, puede ser en ocasiones tan incapacitante que afecte negativamente a la actividad cotidiana de la mujer, condicionándole en el ámbito social, profesional y personal.
Estudios clínicos y experimentales han identificado que la producción de prostaglandinas uterinas es la razón fisiológica para la génesis de la dismenorrea. Durante la descamación del endometrio, las células endometriales liberan prostaglandinas en el momento en que se da inicio la menstruación. Las pacientes con dismenorrea severa tienen niveles más altos de prostaglandinas en el líquido menstrual, los cuales son más altos durante los dos primeros días de la menstruación. El dolor de la dismenorrea se debe así a la liberación excesiva de prostaglandinas, que provoca una hipercontractilidad del miometrio (capa muscular del útero situada entre el perimetrio, por fuera, y el endometrio, por dentro) y una isquemia endometrial por vasoconstricción arteriolar, induciendo a la vez una hipersensibilidad de las fibras nerviosas.
Tipos de dismenorrea
Existen dos tipos de dismenorrea, primaria y secundaria. A continuación, se detallan las diferencias entre ambas:
La dismenorrea primaria es aquella en la que no se encuentra ninguna anomalía o enfermedad pélvica y no se vincula a ninguna patología orgánica específica. Se denomina también dismenorrea esencial o funcional. Característicamente, aparece cuando se instauran los ciclos ovulatorios, lo que suele ocurrir entre 6 y 12 meses después de la menarquia (día en el cual se produce el primer episodio de sangrado del útero, de origen menstrual, o primera hemorragia menstrual de la mujer). Suele estar también presente si el sangrado es abundante y con coágulos, aunque no haya ovulación. El dolor puede ser ocasional en alguno de los ciclos, o constante en cada ciclo.
Este tipo de dismenorrea es la más frecuente y aparece por la propia contracción de la matriz, no se puede evitar ni prevenir, es común entre los 14 y los 25 años y mejora con el paso del tiempo.
Referencias
Morgan-Ortiz, F.; Morgan-Ruiz, F.V.; Báez-Barraza, J.; Quevedo- Castro, E. Dismenorrea: una revisión. Rev Med UAS. Enero-Marzo 2015; 5(1): 29-41. [Acceso: 08 de octubre de 2024]. Disponible en: https://hospital.uas.edu.mx/revmeduas/pdf/v5/n1/dismenorrea.pdf
Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. Dismenorrea en la adolescencia (actualizado a febrero de 2013). Protocolos SEGO. Prog Obstet Ginecol. 2014; 57 (10): 481-485. [Acceso: 03 de octubre de 2024]. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-progresos-obstetricia-ginecologia-151-pdf-S0304501314001757
Rodríguez Jiménez, M. J. Dolor menstrual en la adolescencia. Guía de Algoritmos en Pediatría de Atención primaria. [Acceso: 03 de octubre de 2024]. Disponible en: https://algoritmos.aepap.org/adjuntos/dolor_menstrual.pdf
Enfermedades de la reproducción y del aparato genital femenino. Trastornos de la regla. Dismenorrea. Guía práctica de la salud 2021. Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. [Acceso: 08 de octubre de 2024]. Disponible en: https://www.semfyc.es/recursos-ciudadania/guia-practica/31/312
Guía de derivación de patología ginecológica en la infancia y adolescencia (<15 años) desde atención primaria. Complejo Hospitalario Universitario Insular – Materno Infantil. Gerencia de Atención Primaria Área de Salud de Gran Canaria. Dirección General de Programas Asistenciales. [Acceso: 08 de octubre de 2024]. Disponible en: https://www.sepexpal.org/wp-content/uploads/2021/10/Guía-Ginecología.pdf
Amaya Mosquera, G. Dismenorrea. XIX Curso de Actualización en Ginecología y Obstetricia. Universidad de Antioquía. [Acceso: 08 de octubre de 2024]. Disponible en: https://revistas.udea.edu.co/index.php/ginecologia_y_obstetricia/article/view/17549/15142