Dolor y piernas pesadas. ¿qué podrían significar estos síntomas?

La sensación de piernas pesadas se caracteriza por la “pesadez” en las piernas al intentar moverlas, caminar, o simplemente al permanecer de pie, lo cual reduce la calidad de vida de las personas. Los síntomas más frecuentes suelen ser un dolor la sensación de pesadez o calambres en las extremidades inferiores, un dolor inespecífico poco localizado y no excesivamente intenso en las piernas, hormigueos y picor. En algunos casos también se puede observar una hinchazón alrededor de los tobillos y pantorrillas, generando un aumento del diámetro y volumen en la parte inferior de la pierna.
Uno de los motivos principales de la pesadez de piernas es la insuficiencia venosa, que provoca que las venas de las piernas presenten cierta dificultad a la hora de facilitar el paso del flujo sanguíneo y enviar la sangre de vuelta desde las piernas al corazón de un modo eficiente. Se facilita así la acumulación de líquidos o sangre en las zonas inferiores de las piernas, provocando la sensación de piernas pesadas, o bien provocando la hinchazón de piernas y la aparición de las temidas varices.
Mientras las mujeres tienen un riesgo mayor de sufrir Insuficiencia venosa debido a la implicación directa de hormonas estrogénicas y progestágenos en su origen, los hombres también pueden padecerla. Los síntomas aumentan con la edad, ya que las venas van perdiendo elasticidad y no se contraen tan fácilmente cuando nos hacemos mayores.
Algunos factores de riesgo de insuficiencia venosa son comunes para los dos géneros y pasamos a describirlos a continuación:
Cambios hormonales
Uno motivos más comunes de las piernas pesadas. Durante el periodo menstrual, por ejemplo, el cuerpo experimenta una serie de cambios que pueden derivar en retención de líquidos mayor de lo habitual. Esta retención de líquidos puede provocar a su vez dolor o malestar en las piernas.
Edad y genética
A medida que nos hacemos mayores tenemos más probabilidades de presentar insuficiencia venosa. También está asociada con la herencia familiar, por lo que el riesgo de padecerla es mayor si nuestros progenitores la presentan.
Malos hábitos y sedentarismo
Los malos hábitos de vida pueden provocar una mala circulación de la sangre y, por consiguiente, la hinchazón y sensación de cansancio de las piernas. Lo más recomendable en este caso es practicar ejercicio moderado, como caminar o correr, de forma que trabajen los músculos de las piernas, aliviando la sensación de pesadez.

Mala alimentación
La alimentación también juega un papel importante en la salud de las piernas. Sobrepeso y obesidad son dos de las causas más comunes de las piernas cansadas, por el hecho de soportar más peso del que se puede aguantar. En el caso de la sal, es recomendable reducir su consumo, ya que se asocia al incremento de la presión arterial, a la hipertensión y a las patologías asociadas a ésta como infarto de miocardio, y alteraciones renales y cerebrovasculares entre otros.
Altas temperaturas
El calor provoca que las paredes de las venas se dilaten más de lo usual, lo que favorece una mayor acumulación de sangre y retención de líquidos en las extremidades inferiores. Esto se traduce en una sensación de pesadez y cansancio en las piernas más intensa en personas con predisposición a padecer la enfermedad venosa crónica.
Tabaco
El tabaco no solo daña los pulmones o el corazón, también afecta directamente a la salud de las piernas. Al inhalar el humo, las sustancias tóxicas que contiene el cigarrillo deterioran las paredes de las venas y dañan las válvulas encargadas de facilitar el retorno de la sangre al corazón. Con el tiempo, esto puede provocar una mala circulación, aparición de varices y sensación persistente de piernas pesadas. Entre los beneficios de dejar de fumar se encuentra la mejora de la salud vascular, una mejor oxigenación de los tejidos y una reducción del riesgo de desarrollar insuficiencia venosa. Abandonar este hábito es una decisión clave para mejorar el bienestar general y, especialmente, la salud circulatoria de las extremidades inferiores.

En cualquier caso, lo más recomendable es que acudas a un profesional sanitario si sientes tus piernas cansadas. Solo él podrá hacerte el chequeo y las pruebas pertinentes para determinar el tratamiento más adecuado para ti.
Si quieres leer más consejos para las piernas cansadas, también puedes consultar las páginas web de ww.daflon.es y www.cedraflon.es, pero como te hemos comentado anteriormente, sigue siempre la recomendación de tu médico o especialista sanitario para cualquier tema relacionado con tu salud.
Conclusión
La sensación de piernas pesadas no es solo una molestia puntual, sino que puede ser la señal de un problema circulatorio que conviene no ignorar. Aunque muchas veces su origen está relacionado con factores hormonales, la edad o el estilo de vida, lo cierto es que con pequeños cambios diarios se puede aliviar e incluso prevenir su aparición.
Mantener una buena higiene postural, practicar ejercicio con regularidad, cuidar la alimentación y evitar el sedentarismo son medidas efectivas que mejoran la circulación y el bienestar general. Además, ante síntomas persistentes o molestias recurrentes, es fundamental consultar con un profesional sanitario para recibir un diagnóstico adecuado y valorar si es necesario algún tratamiento específico.
Escuchar al cuerpo y actuar a tiempo puede marcar la diferencia entre una molestia pasajera y una afección crónica.